jueves, 5 de febrero de 2009

Que la victoria me alcance

He estado ausente de la pluma, mi mano no la ha sujetado por varios motivos, no son pretexos, pero si salidas para no encontrarme con la pena, la tristeza, la soledad de una hoja vacía que se llena de mis frases y mis vagos sentimientos.

La vida me ha dado golpes fuertes y siendo la vida una creación de Dios, los he aceptado y me he dispuesto a enfrentarlos. Ser como soy me ha dado fortaleza, valentía y la chispa de voluntad propia para salir corriendo a enfrentar las pruebas o huir de ellas, cuando esa es la mejor opción. La verdad escribo para mi mismo, para encontrar el gusto de las letras, el sabor de la tinta que me embriaga mientras la hoja raza me delata. Lleno papeles blancos de historias que conmueven, que enseñan, que llegan a la conciencia, pero sobretodo, que me liberan del angel que me quiere envolver en las tinieblas, angel que precisamente cayó del cielo por su maldad, por inconformidad, por querer más de lo que se le podía ofrecer, angel, maldito angel que no hace más que matar, hurtar y destruir.

Mi lucha es contra el y contra el mundo. Contra la soledad y la ironía de los corazones vacíos.
Hoy vuelvo a escribir porque necesito de este refugio que me escucha, de este espacio que me entiende. El eco de las palabras rebota en mi pecho ardido, las ideas se vuelven deseos, los sentimientos se han convertido en armas, pero mi ser esta en manos del Creador. No podría seguir sin El, estaría preso siendo libre, o preso tras las rejas de un calaboso inmundo. Hoy me siento encerrado, acusado, comprometido. Siento que miradas injustas se han posado sobre mi, pero sigo adelante, me agarre de la confianza y digo: En el Señor fuerte soy, El da fuerzas al que no las tiene ninguna y si yo estoy con Jesus quién contra mi? Ese es mi sustento, ese es verdadero amor, esa es verdadera razón para vivir y comparir contigo compañero lector.
Voy a salir de esta, siendo más que victorioso. Me hará fuerte, me dará madurez y seguiré pidiendo por el alma y el corazón vacío de gente utilizada por aquel angel de oscuridad.

Voy dejando aqui lágrimas de desahogo y sonrisas de aliento. Encargo en este rincon un suspiro y descargo el alivio que me hacia falta. He hablado!!!

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