lunes, 11 de enero de 2010

El SECRETO DE TU SONRISA

Hoy es uno de esos días donde quiero escribir para que alguien lea y pueda sonreír.

En realidad es una de las muchas cosas que haría para que esa persona de la que hablo, no deje de dibujar sonrisas en su rostro.

Antes de comenzar a confeccionar estos párrafos delatadores de gusto decidí que aquella persona tiene que leerlo. Tiene que saber de alguna manera que lo que dijo Gabriel García Márquez a cerca de no dejar de sonreír, ni aun cuando se este triste, es una realidad plasmada en personas como ella.
Aquel sabio escritor acotó con esas oraciones que no se sabe si alguien va a enamorarse de esa sonrisa. ...Si la hubiese conocido a ella, no lo hubiera dejado como una posibilidad, sino como una confirmación y seguramente, se hubiese embriagado en la tinta de sus versos mientras contemplaba la belleza de aquella mujer, delicada por doquier.

Camina y su cabello largo se menea con sutileza, habla y su acento baila el ritmo de la atracción y cuando ríe... cuando ríe solo suspiro.

Es hermoso mirarla pero es impotente no decirle nada.
Es dulce escucharla y dormirme estando despierto mientras ella habla.

Ella sabe como romper el silencio en el ser de aquellos que callan. Ella sabe como hacer que el aire sobre, porque sabe también que personas como ella faltan.
Lo que no sabe es que hay personas como yo que disfrutan de su existencia. Ignora que no hace falta conocerla, no hace falta tratarla para pensarla y en sueños llamarla.

La he visto varias veces, en diferentes lugares, me encanta mirarla porque he podido confirmar que en ella se refugia un lucero, pues su mirada es un destello que habla, una luna que brilla y un sol que no se apaga.

Hay mujeres así de bellas que inspiran y hay hombres que no se animan.

Es difícil comprender cuando este tipo de cosas pasan. Es aun más complicado callarlo, por eso lo escribo para contarlo, por eso lo comparto para que en corazones no haya quebranto.

Delato aquí lo que vi. No fueron ojos físicos, fue una mirada que guarda cada cosa bonita que tiene aquella cara. Fue la mirada de un hombre que aprecia esa belleza y agradece a Dios por hacer de la mujer, lo más bonito de la existencia.

Mis motivos están refugiados en mi mente y quisiera poder publicar las imágenes que allí guardo para que compartan lo que con mis ojos contemple, para que conozcan esa mujer… Tan diferente... TAN MUJER.

Quisiera poder terminar viéndola aquí, perdiéndome en su bella sonrisa, descifrando su mirada profunda. Anhelaría dirigir mis pasos en un camino que me lleve a encontrarla otra vez. Allí le contaría el secreto que la mantiene viva en mi mente... mes tras mes.

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